El talento humano que labora en Licuadora Group se caracteriza por su curiosidad e inquietud para pensar en el mañana.
Hace poco más de 100 años vivimos como humanidad la última pandemia, lo que trajo consigo nuevos hallazgos médicos, normas sociales, ajustes en cadenas de producción, reordenamientos globales. Y es que si de mirar atrás se trata, tendríamos 10 años después la gran depresión del 29 en USA con cambios micro y macro económicos, seguida de una segunda guerra mundial y por supuesto los cambios propios de cada década. Te reto a pensar en qué se parecen los 70´s con la Guerra Fría, los 80´s con un nuevo orden económico mundial o los 90´s con su globalización… parece que en nada ¿cierto?, Pero sí, hay una constante: el cambio.
Sócrates decía “el secreto del cambio es enfocar toda tu energía no en la lucha contra lo viejo, sino en la construcción de lo nuevo” y esa es la reflexión que debemos hacernos tanto en lo personal como en lo colectivo, porque todos de una u otra forma somos parte de ese engranaje que se ha visto afectado ante la pandemia que vivimos.
Es bien sabido que son muchos los sectores que se han visto afectados, y el ámbito publicitario no es la excepción; ha sido un año difícil lleno de recortes en presupuestos, cancelación de proyectos, postergación de eventos o campañas debido a este confinamiento, cierres de oficinas, colegios y zonas de esparcimiento. Uno de los más afectados ha sido el sector BTL, entiéndase experiencias, stands en eventos, demostradoras, degustaciones de productos, por mencionar algunos ejemplos, estábamos acostumbrados al contacto directo con las personas, en la calle… y ¿qué ha pasado? De alguna u otra forma tanto agencias como clientes estamos buscando el camino para encontrar nuevas formas de interactuar, de acercarnos en la lejanía, de ser, pero sobre todo de estar.
El talento humano que labora en Licuadora Group se caracteriza por su curiosidad e inquietud para pensar en el mañana; pero es necesario decir que toda esta situación que vivimos nos ha hecho hermanarnos al interior, dar el 101% de nuestras capacidades y sacar a flote aún más nuestro compromiso al grupo, pero ahora desde casa; además nos reta a construir, proponer y desarrollar cosas que antes de la pandemia quizá no hubiéramos intentado; si antes no había idea mala, ahora soñar es la regla.
Es así como hemos podido convertir esas experiencias físicas en experiencias 100% virtuales; lo que nos ha permitido vivir de la mano de nuestros clientes: carreras deportivas, convenciones empresariales, seminarios, lanzamientos de productos e incluso nos animamos a dar charlas a universitarios sobre nuestras diferentes disciplinas dentro de la agencia, porque de una cosa estamos convencidos no regresaremos a la “antigua normalidad”, estamos construyendo una mejor realidad. Las crisis nos cambian y es importante aceptarlo y recoger las oportunidades que traen estos cambios.