La creatividad ha acompañado al ser humano en su andar por este planeta desde sus
orígenes: el descubrimiento del imprescindible fuego, la agricultura y con ello el sedentarismo, la maravillosa rueda que fue, es y seguirá siendo vital en nuestra vida
cotidiana; son solo mínimos ejemplos de las miles de grandes ideas y descubrimientos que
nos han permitido evolucionar.
Detrás de cada una de ellas hay siempre un detonante esencial y en publicidad aplica
exactamente igual, para encender ese interruptor que nos lleve hasta el cielo la chispa es
un buen insight, que no es más que una percepción interna que tiene nuestro público
objetivo. Sí, es una revelación que está, pero no a simple vista, hay que ser muy
observadores, buscarla, escucharla, sentirla… pero una vez que damos con ella, nos
mostrará la dirección que debemos seguir.
Darnos tiempo para esta búsqueda del tesoro, realmente vale la pena. Un error común que tenemos los publicistas es el de querer realizar ideas sin antes buscar, definir y analizar un buen insight. Esto termina convirtiéndose en un edificio espectacular, con balcones, roof garden, pero con unos cimientos endebles, que harán caer nuestras ideas,
no tendrán el impacto que deseamos y por tanto no cumplirán el objetivo que nos arroje
el brief.
Hay 3 elementos que, desde mi punto de vista, hacen a una idea potente, ésta debe: 1)
Llegarnos a la cabeza, convencernos y hacernos imaginar. 2) Tocarnos el corazón, sí,
remover fibras emocionales. 3) Nutrirnos, en el sentido literal: que llegue al estómago;
porque eso lleva a la acción. Y todo esto lo podemos lograr con ese vellocino de oro
revelación que llamamos insight.
No voy a engañar a nadie, tampoco es que sea tan fácil de obtener como si fueras al Oxxo;
pero lo que sí quiero es que al terminar de leer este texto elimines de tu mente la idea de
que es dificilísimo de encontrar como el Santo Grial. Repito, para encontrar un insight
debemos observar, investigar, entender nuestro contexto, a nuestro target y soltar el lápiz
para buscar introducirnos en su mente, pensar como ellos, sentir como ellos, vivir como
ellos… para entonces sí, unir los puntos y encontrar ese combustible que detone la chispa
de la creatividad para empezar a conceptualizar.
Decía el gran Miguel Ángel al hablar de sus esculturas, “La escultura ya estaba dentro de la
piedra. Yo, únicamente, he debido eliminar el mármol que le sobraba”. Así son los insights,
están esperando que los descubramos para ser ese par de alas que nos permitirán volar.